Eso es la teoría, pero en la práctica en numerosas ocasiones los que es provisional se convierte en instalación fija y entonces quedan instalaciones como las de las fotografías que son muy frecuentes en la ciudad de Barcelona. En esa instalación provisional (eufemismo para no decir clara y llanamente "chapuza") deja accesible cables y caja de conexión al usuario, por ejemplo un niño pequeño podría dedicarse a jugar con el cable y en el peor de los casos morderlo, sí, sí, morderlo, los niños/as pequeños son capaces de hacer las cosas más inverosímiles. Y la farola pierde su estanquidad en caso de meteorología adversa que puede disparar la protección de la zona dejando a oscuras una parte del barrio.
Se podría solucionar solamente haciendo un taladro en la farola y pasar el cable por dentro, pero como dice el refrán: "Doctores tiene la Iglesia".
1 comentario:
¿Que opinara Industria de todo esto? Como siempre hasta que no pase nada y no se salga en las noticias, seguiremos viendo cosas de estas por todas nuestras ciudades.
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